Anna Karénina de León Tolstói

Ficha bibliográfica

León Tolstói, Anna Karénina, 1000 páginas, 1877.

Sinopsis

Ana Karenina es una novela escrita por León Tolstói publicada en el año 1877. Es una de las obras cumbres del realismo ruso y una de las grandes novelas de la literatura universal.

Su argumento se centra en la vida de Ana Karenina, una mujer casada con un alto funcionario que se enamora de un joven militar y decide dejarlo todo por él, desafiando así las férreas convenciones sociales de la época. Finalmente, termina con su vida víctima de una sociedad que la condena.

A pesar del paso del tiempo, esta obra continúa teniendo un estatus especial entre las grandes novelas. Pero ¿qué tiene esta novela? ¿qué podemos extraer de ella actualmente?

Conozcamos con más detalle Ana Karenina mediante un resumen y análisis del libro.

Opinión

Es muy difícil escribir la reseña de un clásico reconocido por todos como una obra maestra y que además existen muchísimas críticas y opiniones, buenas y malas, sobre ella. 

La protagonista no es Anna Karenina. Al principio puede parecer que es un personaje que siempre está de fondo, influyendo en la vida de todos los personajes, porque sus actos ciertamente tienen consecuencias sobre los demás, pero la novela no trata sobre ella, o al menos no únicamente sobre ella.

Incluye tantísimos temas que es imposible decir que la novela vaya sobre el amor, o sobre la traición, o sobre la pasión, o sobre el trabajo, o sobre el dolor, o sobre la familia, o sobre la diferencia de clases, o sobre la humanidad, o sobre la religión… Porque en Anna Karenina encontramos todo esto y mucho más.

Al final, la novela es el resultado de una completa exploración de los misterios de la vida y la muerte en su globalidad: las relaciones humanas, las obligaciones personales, los intereses sociales… 

No es una novela difícil de leer. Me ha sorprendido que este libro, que tanto me imponía, resultara al final tan asequible para leer, siempre que se cuente con tiempo suficiente, y una pizca de paciencia. 

Aunque el estilo no sea tan farragoso como el de otros autores, Tolstoi es muy detallista, de manera que si algún personaje sale por la puerta diciendo todo lo que hará durante ese día, tened por seguro que en los próximos capítulos vais a asistir a todo lo que avanzaba ese personaje. 

Hay bastantes ocasiones en las que parece que incluso el autor se va por las ramas convirtiéndonos en expertos en carreras de caballos, caza, agricultura, arte, derecho, burocracia, maternidad o lo que se tercie.

Me ha resultado muy curioso comprobar en esta novela la gran diversidad de ambientes descritos. Las diferencias entre Moscú y San Petersburgo, los niveles de vida llevados en el campo o en la ciudad, la gran cantidad de personajes que aparecen, cada uno con un bagaje y unas opiniones diferentes…

Esta obra se publica en el año 1877 y está ambientada en Rusia de final de sigo XIX. En el país se estaban dando diferentes cambios que abrían paso a una sociedad más liberal que pretendía dejar atrás poco a poco su postura más conservadora, muy aferrada en la sociedad rusa del momento. Sin embargo, las ideas liberales aún no terminaban de aflorar. Es evidente que este choque de ideales nos deja adivinar, en cierta medida, el devenir trágico de Ana.

A lo largo de la obra, podemos ver como el autor examina diferentes tipos de familia y de matrimonios. También qué tipo compromisos triunfan y cuales no. Tolstoí parece contraponer dos experiencias amorosas muy diferentes. La de Ana y Vronski está regida por el arrebato y es más pasional. Además conlleva la destrucción de un núcleo familiar para llevarse a cabo. Mientras, Levine consigue encontrar el equilibrio familiar con Kitty, en parte, porque su amor se construye lentamente, al mismo tiempo que ellos evolucionan personalmente y se conocen más el uno al otro.

El papel de la mujer se ve claramente reflejado en Ana, que es una mujer adelantada a su tiempo que sacrifica su posición social por amor, ante la mirada de una sociedad que estaba más acostumbrada a los matrimonios de conveniencia y que no juzga las relaciones extramatrimoniales de los hombres, pero sí las de las mujeres. Algunas investigaciones recientes de la novela revelan la posibilidad de hacer una lectura feminista de la obra.

Ana Karenina es una novela realista y como tal ofrece rasgos propios de este movimiento literario. Por un lado, la presencia de un narrador en tercera persona permite al autor hacer descripciones precisas sobre ambientes y personajes como si se tratara casi de una fotografía.

Por otro lado, es evidente el análisis psicológico de los personajes, propio del realismo, gracias al uso del monólogo interior. Esta modalidad narrativa se emplea de forma clara en los personajes de Ana y Levine, de los cuales podemos conocer al detalle algunos de sus sentimientos y pensamientos más profundos.

Valoración