¿Los verdaderos escritores mueren de hambre?

Lección 1: tu trabajo no es para todos

En general, trato de apoyarme en las cosas que me asustan, porque ahí es donde está la vida. 

Por supuesto, quiero tomar decisiones acertadas, pero nunca quiero evitar un esfuerzo arriesgado o un movimiento audaz y creativo solo porque a alguien no le guste.

No importa cuánto proteste, defienda y explique algunas ideas de mis escritos, algunas personas se enojan.

A algunas personas no les gusta tus idea. Pero aquí está la cosa: a muchos les encanta.

De hecho, recibo un correo electrónico o un mensaje de redes sociales aproximadamente una vez al día de alguien que comparte mis escritos. 

Este escenario plantea una pregunta interesante: ¿Para quién es tu trabajo? 

Probablemente, no para todos.

Si sé desde el principio que mi trabajo no tendrá eco en todos, no tengo que ir a lo seguro. 

Soy libre de entrar en un mensaje específico para un grupo particular de personas.

Puedo correr riesgos y decir cosas audaces como "los verdaderos artistas no se mueren de hambre" y sé que si bien no es para todos, será para alguien.

No juegues a lo seguro. Tu trabajo no es para todos, pero es para alguien.

Lección 2: el éxito comercial y el éxito creativo no son lo mismo

David Bowie dijo una vez que preferiría hacer un trabajo que fuera artísticamente importante que un trabajo que simplemente se esfuerza por tener éxito. 

Creo que es una versión fantástica de una pregunta antigua: ¿Se puede ganar dinero haciendo arte?

La respuesta algo obvia es sí, pero la práctica de cómo se hace esto es complicada. Casi todos los creadores que conozco entienden la danza constante entre el arte y el comercio que enfrentan los profesionales.

A veces, el éxito no es simplemente encabezar las listas o poner efectivo en el banco. De hecho, el éxito real rara vez se ve así, si es que alguna vez.

El éxito se trata de hacer lo que te propusiste hacer, y si soy honesto, todo lo que siempre quise hacer como escritor fue saber que mis palabras eran importantes para otra persona.

Entonces, cuando alguien lee un post mío, o uno de mis vídeos, y su vida mejora, ha merecido la pena.

La lección aquí es clara: el éxito creativo y el éxito comercial rara vez ocurren a la vez. El último puede seguir al primero, pero debemos tener cuidado de no confundir a los dos. 

Lección 3: necesitamos más artistas

Necesitamos más artistas. 

Necesitamos más personas dispuestas a compartir sus corazones con el mundo derramando sus agallas, vertiéndose en su trabajo. 

Necesitamos almas más audaces dispuestas a hacer eso.