Cómo comenzar a escribir una novela cuando no sabes qué hacer

Tres lecciones importantes sobre cómo comenzar a escribir una novela de alguien que nunca ha hecho esto antes, y que en su mayoría está fingiendo, pero con la ayuda de algunas personas realmente inteligentes:

1. Obtén una idea sólida de la historia

Hay que comenzar con una idea sólida de tu novela antes, incluso, de comenzar a escribir.

Por aburrido que parezca, es un ejercicio simple y fácil, y sirve para guiar la escritura del libro.

• Personajes: ¿Quién va a estar en esta historia?
• Entorno: ¿Dónde y cuándo tendrá lugar esta historia?
• Situación: ¿Qué va a pasar con estos personajes?

Luego los pones juntos en cinco puntos clave de la trama que conducirán la historia. 

Es un ejercicio muy simple que te deja con los componentes básicos de una historia que luego puedes convertir en una novela de 70.000 a 90.000 palabras.

¿Qué es una historia?

Una historia, en su esencia más básica, es un elenco de personajes en un entorno determinado que experimentan una situación inesperada. 

Es algo que le sucede a alguien en alguna parte.

Antes de escribir, primero necesitas una idea de lo que va a ser tu historia. Las buenas ideas para historias generalmente implican poner a la gente común en circunstancias extraordinarias y ver cómo están a la altura de las circunstancias.

Sin una idea, no tienes una historia; solo tienes palabras en una página.

2. Estudia tu género literario

Después de decidir de qué va a tratar tu historia, tienes que elegir un género.

Creo que tiene sentido hacerlo después de que decidas la idea de tu historia. A menos que estés empeñado en escribir una novela de misterio o de terror, creo que debes comenzar con la historia en sí misma y luego descubrir qué género es el más adecuado para ella. 

Puede haber algunas excepciones a esto, pero para mí, funciona mejor en este orden.

De todos modos, después de tener una idea de historia y seleccionar su género, debes estudiarla. 

¿Por qué? Porque los géneros tienen convenciones. Estas son las reglas del género. Y cada género tiene su propio conjunto de escenas obligatorias. Por ejemplo:

• Las historias de acción tienen un discurso pronunciado por el villano, generalmente cuando el héroe está a su merced.
• Las historias de mayoría de edad a menudo comienzan con la muerte de un ser querido o alguna tragedia que deja al héroe sintiéndose solo.
• Las fantasías tienden a tener un guía que muere en medio de la historia y deja al héroe solo.

¿Cómo encuentras estas convenciones y escenas obligatorias en tu género? Lee muchas historias.

Puedes profundizar en el género y pasar mucho tiempo pensando en el subgénero, pero ten cuidado de no perderte entre las malas hierbas. 

El género es solo una forma de guiar las expectativas del lector. ¿Qué quieres que piensen cuando van a leer tu historia? Ten en cuenta eso mientras escribes e intenta no hacer nada que viole su confianza.

3. Trazar la historia de tu novela

Dependiendo de a quién le pregunte, cada historia tiene entre tres y doce, o incluso cien puntos de trama. Hay escenas, secciones, partes, capítulos, temas, ritmos y más.

Puede ser algo complicado y un poco confuso. Pero me consuela mucho la versión más simple de una historia, que se ve así: 

1. Principio
2. Medio
3. Final

Cuanto más estudiaba diferentes estructuras de la historia, más abrumada me sentía. En lugar de rendirme a la complejidad, volví a lo básico y elegí las tres partes principales de la historia para poder comenzar a escribirla.

• El principio: es donde el héroe se encuentra con la situación que pone en marcha la historia, el incidente incitante o el gancho inicial. Aquí es donde realmente comienza la historia y debe atrapar al lector.

• El medio: es donde el héroe se enfrenta a todo tipo de pruebas y conflictos, donde se ponen a prueba sus habilidades. El conflicto empeora y el drama se intensifica. 

• El final: es donde la historia culmina y se resuelve el conflicto. Aquí es donde encontramos la redención, la retribución, la justicia, el perdón, el éxito, la venganza o cualquier virtud moral que estemos buscando como lectores.

Y una vez que tengas eso, tienes una historia que puedes seguir ajustando, pero también una que puedes comenzar a escribir, sabiendo que conducirá a algún lado.

Únete a mi en el viaje.

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